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Lección 1 Módulo 1

¿Qué son los pases energéticos de Being Energy®?

Los pases energéticos son configuraciones de movimientos que se dirigen a la estructura física y energética. Secuencias coreografiadas para recuperar energía, desbloquear el pecho y promover la respiración fluida. La práctica cotidiana mejora nuestra habilidad física y la lucidez mental.

Su origen está en la tradición milenaria de los Chamanes del México antiguo, pasaron de generación en generación hasta que en 1996 se hicieron públicos. Miles de personas en todo el mundo pudimos aprenderlos a través de seminarios en diversas partes del planeta.

“Al ejecutar los movimientos provocamos un cambio sutil. Los Pases Energéticos introducen en el estado físico y mental de los practicantes una cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada. Este cambio sutil es lo que los chamanes de México antiguo llamaban “el toque del espíritu”. Es como si a través de los movimientos los practicantes recuperáramos un vínculo inutilizado con la fuerza vital que nos sustenta”.

El diálogo interno disminuye, aumenta nuestro silencio interior y conseguimos una extraordinaria fluidez perceptiva.

Practícalos para divertirte, sin esperar nada a cambio.

No tienes que ser un atleta ni un deportista para practicar.

No buscamos hacer músculo, perder peso o reducir la cintura, (aunque son una ayuda) buscamos redistribuir nuestra propia energía, devolverla a los centros vitales, para sentirnos más felices, más plenos y más vitales.

¿Qué es la redistribución de la energía?

La redistribución de la energía es el proceso que consiste en trasladar de un sitio a otro la energía que ya existe en nuestro interior.

Esto lo vamos a lograr con la ejecución de los pases energéticos.

Según la tradición de los chamanes de México Antiguo, los seres humanos somos un conglomerado de campos de energía, unidades energéticas herméticas y con límites definidos que impiden la entrada y la salida de la energía.

La energía existente en el seno del conglomerado de campos de energía es lo único con lo que cuenta cada individuo.

Es decir, que la energía de la que disponemos no se pierde, ni nos la quita nadie, sigue estando en nuestro cuerpo, lo que el ser humano tiende a hacer es apartar la energía de los centros de vitalidad a través de las preocupaciones y dejándonos arrastrar por el estrés de la vida cotidiana. La coerción de las actividades diarias pasa factura al cuerpo.

La energía que sale de esos centros de vitalidad se acumula en la periferia de la bola luminosa que somos y en ocasiones forma un depósito grueso semejante a la corteza de un árbol.

Los pases que practicamos agitan la energía acumulada en la bola luminosa y la devuelven al cuerpo físico.

Acumular energía en la periferia de la bola luminosa, es decir, energía que no se distribuye, es tan inútil como no tenerla. Resulta aterrador disponer de un excedente de energía acumulada y que en la práctica sea inaccesible.

La verdadera magia de los pases radica en que permiten que la energía encostrada vuelva a entrar en los centros de vitalidad, de ahí la sensación de bienestar y habilidad que experimentamos las y los practicantes.



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