La autoestima y los límites sanadores

La autoestima y los límites sanadores tiene que ver con cómo nos relacionamos con las personas y con nosotros mismos.

La autoestima es nuestro centro, no la entendemos como cuestión de nuestro ego, ya que el ego no es autoestima. El ego es una necesidad de reconocimiento.

La autoestima tiene que ver cuando tú te sientes reconocido por ti mismo o por ti misma, y ya no necesitas el reconocimiento de los demás.

¿Qué es un límite?

Un límite, aunque parezca contradictorio, es algo que nos da libertad, nos da la libertad de decidir. Si asumes el límite o si no lo asumes.

¿Por qué ponemos límites? Para ordenar, para organizar la convivencia en nuestras vidas.

¿Qué es un límite sanador?

Un límite sanador es el límite que ponemos en nuestras vidas para, por ejemplo, las relaciones tóxicas, o el que ponemos en el trabajo cuando nos exigen más de lo que podemos dar.

También existen los limites internos, por ejemplo a menudo, cuando trabajamos en exceso no ponemos límites al trabajo, y nos enfermamos.

A menudo comemos viendo la tele o consultando el celular y tenemos malas digestiones. Estamos en varios sitios a la vez. No hay un límite para estar aquí y ahora, en este momento.

El límite nos da la libertad de decidir. Tomamos decisiones y nos hacemos responsables. De pequeños nos ponen los limites los adultos, de mayores debemos asumir que nos los tenemos que poner nosotros, haciéndonos responsables de nuestras decisiones.

Por ejemplo, existe el sobrepeso: “se cuando estoy satisfecho“….pero nos cuesta mucho poner un límite a la comida. “Se que tengo que dejar de fumar”, pero no me pongo límite.

¿Cómo conocer nuestros límites interiores?

Una de las técnicas de los antiguos hombres y mujeres del conocimiento es la recapitulación, que nos ayuda a establecer límites al ser conscientes de nuestras emociones y sentimientos.

Otra técnica muy sencilla es la de colocar la mano en el corazón, que nos ayuda a mejorar nuestra respiración, a ser conscientes de como respiramos, a estar presentes y a detener nuestros impulsos de ansiedad, por ejemplo.

El corazón tiene un campo electromagnético más grande que el cerebro.

Poder parar por unos instantes nos ayuda a reconocer que hay detrás de ese hábito. Una situación muy común es sentirnos con estrés por el trabajo, llegar a casa y comer con ansiedad.

Algunas técnicas sencillas nos sirven para reconocer los sentimientos que hay detrás de ese “mal hábito”, ayudándonos de esta manera a encontrarnos mejor.

Los límites los ponemos desde el cariño, nunca desde el castigo, se trata de conectarnos con nosotros mismos y saber lo que verdaderamente queremos.

Un guerrero acepta su suerte, se cual sea, y la acepta con total humildad. Se acepta a sí mismo con humildad, tal como es; no como base para lamentarse, sino como un desafío vital. Carlos Castaneda

Quiero dejarte un vídeo corto, un par de pases energéticos para activarte en cualquier momento del día y/o después de escuchar el podcast: