Descripción del curso
Esta semana ha sido buena para impulsar mi recapitulación, tengo que dar gracias a todos los que participais en las clases en vivo, quiero dar las gracias a Lirio y a su seminario Literatura y Respiración , gracias a él esta semana he podido hallar varias pepitas de oro.
Después de recapitular en grupo te quedas más silenciosa y por lo tanto hay espacio para la creatividad.
Así que empecé la semana trabajando en un proyecto educativo al que le voy dedicando tiempo intermitente. Volví a retomarlo y a darle más forma, estaba (y estoy) realmente entusiasmada.
No se porqué pero quise compartirlo con mis compañeras de trabajo, lo compartí en un grupo de Whatsapp.
Solo hubo una respuesta. Nadie más ha dicho nada, absolutamente nada.
Me quedé un poco frustrada, no estaba recibiendo comunicación, algo que he vivido muchas veces en la escuela, qué pasa? por qué no me contestan? no tienen tiempo de leer 3 hojas? no quieren decirme lo que realmente piensan? Podría hacer diferentes suposiciones, pero da igual, lo interesante aquí es ser consciente de mis sentimientos.
Al recapitular este evento me llevó a otro:
Mi hija mayor tenía sólo quince días, yo estaba ocupada con la niña mientras mi marido me ponía los cuernos, digámoslo así de claro.
Sentí cómo algo se partía...quizá mi corazón, mi alma… no se.
Este evento me llevó a otro:
Tenía 22 años años y mi primer amor se fue al extranjero a trabajar y yo fui a visitarlo, sin apenas dinero hice para poder comprar un billete de avión y pasar unos días allí, pero apenas me hizo caso, había alguien más...yo ya no era lo más importante.
Este suceso me llevó a otro de mi tierna infancia:
Estaba en una función de puchinelis en el colegio, todos los niños (muchos) sentados en el suelo, viendo la función. Entonces uno de los personajes empezó a llamar a algunos niños por su nombre para darles un caramelo. Yo estaba deseando que me llamaran, pedía con todas mis fuerzas que dijeran mi nombre. Pero no sucedió, me sentí frustrada, no me veían, yo era invisible, ¿no les importaba? ¿No me querían?Esa fue mi creencia para tiempo.
¿Cómo lidiar con este sentimiento? Qué hago con esta sensación de abandono? De no ser importante para estas personas que amaba. Por qué no ven? por qué no me hacen caso si yo les amo? Por qué no soy querida?
Solo se me ocurre pensar en la niña interior, que es la que se siente herida, vulnerable, esa niña de cinco años está allí. En algunos momentos no fue atendida,, no fue vista por sus padres o sus hermanos.
Estoy aprendiendo a recibir la atención que esperaba, que necesitaba, y ahora, hoy, solo yo, mi yo adulto se lo puede dar:
-Qué necesitas Pili? Qué quieres? estoy aquí, te miro, te escucho, atiendo a tus necesidades, te quiero!!
-Quiero ser feliz, quiero jugar, quiero sentir amor en los demás
-Yo te amo Pili, te amo.
(Pili era mi nombre de niña, ahora no dejo que nadie me llame así).
Una historia de los libros de Castaneda que siempre me ha gustado
Audio antes del seminario "Buscando el silencio"
Reflexiones caminando de noche por el bosque.
Una historia personal y recapitlación sobre la relación con la escuela como estudiante desde los 5 años y como maestra.
A veces solo la orden u opinión de una persona puede tumbarnos.
No pasa nada, si eso te hace sufrir quiere decir que vas a extraer una gran enseñanza y cuando salgas de "tu pobrecito yo" saldrás con un trofeo.
En este audio no te explico en concreto que me dijeron, aunque no tengo problema en explicártelo, pero sí te explico como me sentí y como se movió mi punto de encaje para salir de ahí, con un trofeo.
Recuerdo memorable de mi infancia donde aprendí una lección de mi padre.
Mi padre trabajaba en la fábrica Olivetti, él era un empleado que visitaba clientes para hacerles el mantenimiento y limpieza de las máquinas de escribir. Cuando supo que yo iba a venir al mundo decidió dejar la fábrica y establecerse por su cuenta.
Sesión caducada
Por favor, accede de nuevo. La página de acceso se abrirá en una pestaña nueva. Después de acceder puedes cerrarla y volver a esta página.