mayo 18

Por qué no es bueno que los niños pasen tanto tiempo sentados en la escuela

Educación, Videopases

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Alrededor de cuatro horas. Es el tiempo que los niños y niñas pasan cada día sentados en una silla en la escuela. ¿Os parece poco? Pues esperad. A esas cuatro horas, hay que sumar las más de dos horas de media que ven televisión, juegan a la consola o usan las redes sociales, según los cálculos de diversas asociaciones contra la obesidad infantil. Ya son seis horas: son niños, pero cada día están sentados en una silla durante casi toda una jornada laboral, algunas veces incluso más.

¿Debería preocuparnos que los niños pasen tanto tiempo sentados?

La ciencia lo tiene cada vez más claro: estar muchas horas sentado es malo para la salud. Es más, los investigadores se han dado cuenta que tan importante es hacer ejercicio de forma regular como lo es intentar estar menos horas sentado. Así lo concluye un estudio publicado recientemente en la revista especializada ‘Circulation’, del que se hicieron eco medios internacionales como The New York Times.

La investigación, liderada por el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, concluye que estar sentado mucho rato es dañino para el corazón. “Estar sentado un tiempo excesivo se asocia con la insuficiencia cardíaca, una afección en la que el corazón se vuelve cada vez más débil e incapaz de bombear suficiente sangre para mantener el resto del cuerpo oxigenado y en buen estado”, asegura el estudio. “Tenemos que enfocarnos tanto en hacer más ejercicio como en estar menos tiempo sentados”, subraya el supervisor principal del estudio, el cardiólogo y profesor James de Lemos.

Del mismo modo, tan importante es que los niños hagan ejercicio en la escuela como que estén menos tiempo sentados. Tanto es así que el departamento de Piscologia Básica, Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), reclamó hace poco a las administraciones educativas que incrementen el tiempo de actividad física dentro del horario escolar.

Los investigadores recalcaron que mover el cuerpo en clase no solo es bueno para el corazón, también lo es para el cerebro: “El movimiento físico moderado aumenta la autoestima, el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico, a la vez que reduce el estrés, la ansiedad y la depresión”, afirmaron. La inactividad, por contra, está asociada a enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad, colesterol alto y depresión”, según señala otro estudio de la fundación Thao contra la obesidad infantil.

La propuesta de Being Energy®

Por ello, desde Pases Energéticos, proponemos poner en práctica la metodología Being Energy®,  realizando cada día entre 5 y 10 minutos de actividad física en el aula, justo antes de empezar una clase, y también meditación guiada (dos minutos), después de la actividad física.

La meditación funciona a partir de técnicas de visualización guiada que usamos como un juego o como un cuento, y les enseñamos a ser conscientes de la propia respiración y de su estado emocional.

Los pases energéticos de Being Energy®, por otra parte, les ayudan a estar activos y atentos. Aprender la coreografía de una pequeña serie les obliga a concentrarse y ejercitar su memoria. El resultado son niños más despiertos, contentos y creativos.

Que el movimiento es bueno para la cabeza y para el corazón lo defienden los científicos, pero también los escritores. Orson Scott Card, autor de El Juego de Ender, hizo soñar a miles de niños y niñas con sus historias de fantasía y ciencia ficción, y escribió, sobre el movimiento:

Nuestro cerebro está interconectado con el resto del cuerpo. No podemos dar lo mejor de nosotros mismos si nos sentimos débiles o con mala salud. Yo, por ejemplo, en las ocasiones en que he hecho ejercicio regularmente he tenido más resistencia a la hora de escribir. Otras veces, cuando he descuidado mi salud, he sido incapaz de extraer historias intensas de mi embotado cerebro”. Por lo tanto, defendía Orson Scott Card, valía la pena levantarse un rato y mover el cuerpo: “Quizás escribiremos menos rato, pero lo haremos mejor”.

Lo mismo ocurre con los niños: moverse quizás les quitará unos minutos de hacer multiplicaciones y divisiones, sumas y restas, de leer un cuento o de escribir una redacción. Pero cuando lo hagan, lo harán mucho mejor. Ya lo dijo el escritor francés Jean Giradoux: “El movimiento consiste en dotar el cuerpo de algunas de las virtudes más fuertes del alma: la energía, la audacia… y la paciencia”.

En levántate de la silla te hice algunas propuestas, igualmente válidas para cualquier persona que pasa o ha de pasar tiempo en una silla.

Te animo a que después de leer esta entrada practiques conmigo, tal y como hicimos con las maestras de mi escuela.

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    • Gracias Laura! Tengo algún video donde practican series largas, pero se les ve demasiado y he preferido no publicarlo.
      Después de una práctica de 5 ó 10 minutos nos sentamos a escuchar nuestro cuerpo y la respiración.
      Pienso que debería ser un hábito para incorporar en las dinámicas del aula.
      También son interesantes las mediaciones guiadas, aquí te dejo una para niñas y niños:
      https://youtu.be/eFZiGCvqH1g

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    Autora de la entrada 

    Pilar Soro

    Fundadora de Pasesenergeticos.com. Instructora de Being Energy®. Ayudo a las personas a alcanzar un estado físico y anímico óptimo.

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