“El que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros”, dijo el filósofo Friedrich Nietzsche.
Hacer ejercicio al aire libre no es lo mismo que hacerlo en casa o entre las cuatro paredes de un gimnasio, y no solo porque la naturaleza no nos juzgue, como dijo Nietzsche.
Por ello, aquí tienes tres motivos por los hacer ejercicio al aire libre, aunque sean solo cinco minutos, será mejor que quedarse encerrado en casa.
1. Porque el estado de ánimo cambia en cinco minutos
Cinco minutos de ejercicio en un espacio verde, como por ejemplo un parque o un bosque, son suficientes para notar una mejora de la salud mental y la autoestima. Es la conclusión a la que llegó un grupo de científicos británicos que analizó los hábitos de 1.250 personas mientras hacían diferentes actividades al aire libre, entre ellas caminar, ir en bicicleta o trabajar en el jardín.
El estudio, publicado en ‘The Enviromental Science and Technology Journal’, sugería que los beneficios eran todavía mayores si en la zona había un espacio con agua, como por ejemplo un lago o un río.
El autor principal del estudio, Jules Pretty, lo llamó “ejercicio verde”, y proclamó que las personas generalmente inactivas, estresadas o deprimidas serían las que probablemente se beneficiarían más de hacer ejercicio al aire libre.
Los investigadores se dieron cuenta de que durante los primeros cinco minutos era cuando más se notaba la mejora en el estado de ánimo y la autoestima, de modo que no hacía falta disponer de mucho tiempo para notar dichos beneficios.
“Las empresas deberían animar a los empleados estresados a que dieran un pequeño paseo al parque más próximo a la hora de comer, por ejemplo”, concluyó Pretty.
2. Porque mejora la atención y la memoria
Estar rodeado de espacios verdes no es lo mismo que estar rodeado de edificios o encerrado entre las cuatro paredes de un gimnasio.
Tampoco lo es para el desarrollo del cerebro, y los efectos se notan ya en los primeros años de la vida de una persona, según concluye un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con el Hospital del Mar y la Universidad de California (UCLA).
La investigación, publicada en la revista ‘Environment Health Perspectives’ refleja que los niños y niñas que han crecido en hogares rodeados de verde tienden a presentar más volumen de materia blanca y gris en ciertas áreas del cerebro, especialmente en las relacionadas con la atención y la memoria.
Pasar rato al aire libre, sobretodo si se empieza a una edad temprana, por lo tanto, es sumamente beneficioso para el desarrollo del cerebro.
3. Porque absorbemos vitamina D y fortalecemos los huesos
La vitamina D es una de las más importantes para nuestro cuerpo, ya que es necesaria para mantener la salud de los huesos: la falta de vitamina D puede provocar dolores óseos y articulares, falta de energía, debilidad muscular o agotamiento fácil, según enumera en un artículo en el diario ‘El País’ el doctor Francisco Vargas Negrín, del grupo de trabajo en Enfermedades Reumáticas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Pese a que la mayor parte de las vitaminas se obtienen de los alimentos, curiosamente la vitamina D se asimila en más de un 80% de los rayos del sol, y solo un 20% o menos se obtiene de la dieta.
Hacer ejercicio al aire libre, por lo tanto, favorecerá la absorción de esta vitamina que nos permitirá mantener los huesos fuertes y sanos. Los expertos, eso sí, recomiendan exponerse a los rayos solares entre cinco y diez minutos al día. A partir de los 10 minutos es necesario protegerse con crema solar.
Para que pruebes los efectos positivos de hacer ejercicio al aire libre, desde Being Energy® te proponemos hoy que practiques este vídeo de menos de 5 minutos con movimientos que podrás practicar en cualquier sitio, ya sea en el bosque o en el parque, y recuperar así tu energía.
Los pases energéticos que practicamos en Being Energy® son configuraciones de movimientos que se dirigen a la estructura física y energética. Las secuencias coreografiadas te permiten recuperar energía, desbloquear el pecho y promover la respiración fluida.
Sin duda, la práctica cotidiana mejora nuestra habilidad física, estado de ánimo y lucidez mental.
No son simples ejercicios, son verdaderos intentos de alcanzar el estado óptimo del ser
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